NUESTRO PADRE FUNDADOR

                                                                            

El Colegio Heroica Cárdenas fundamenta su educación en los ideales del P. Silviano Carrillo Cárdenas, fundador de la congregación de Hermanas Siervas de Jesús Sacramentado quienes tienen como fin la adoración de Jesús Eucaristía y la educación cristiana de los niños y jóvenes.

Silviano Carrillo Cárdenas, nació en Pátzcuaro, Michoacán, México, el 4 de mayo de 1861. Sus padres fueron don Juan Carrillo Zarco y doña Librada Cárdenas Ramírez, llevaron a bautizar a su primogénito al día siguiente de su nacimiento, a la parroquia de “Nuestra Señora de la Salud”.

Inició sus primeros estudios en Pátzcuaro. Entró al Seminario de Zamora (1871). Continuó en el Seminario de Guadalajara (1872-1884). Fue ordenado Sacerdote por el Excmo. Sr. Don Pedro Loza Pardavé, Arzobispo de Guadalajara, Jalisco, México, el día 26 de diciembre de 1884. Siendo Párroco de Zapotlán el Grande, hoy Ciudad Guzmán Jalisco, reorganizó las escuelas parroquiales, Mejoró la escuela de niños, conocida como Escuela de Cuadrante. Fundó el Orfanatorio Josefino (1895) para proteger y educar a niñas huérfanas. Instituyó, para las niñas, la Escuela Elemental y Superior de Nuestra Señora de Guadalupe (1899). Paternalmente vigilaba los adelantos de los niños, la superación de los maestros y todo lo que ayudara a la educación integral, por eso creó la biblioteca escolar, los laboratorios y procuró que no faltaran materias de enseñanza que respondieran a las necesidades de la sociedad.

Modelo de sacerdote; párroco incansable; sembrador de la paz y la justicia, defendió a los obreros, indígenas y campesinos. Entre los múltiples trabajos de su labor pastoral siempre se dio tiempo para el apostolado periodístico.

Para los jóvenes de escasos recursos económicos, fundó la Escuela de Artes y Oficios con talleres de herrería, carpintería, sastrería, zapatería, platería y fundición de metales (1897). Para mejorar la situación de los trabajadores, organizó sociedades mutualistas, en las que por medio de la educación, del ahorro y de la ayuda mutua logró una solución al problema obrero, siguiendo las directrices de la Encíclica Rerum Novarum (1891). Uniendo la generosidad de los médicos y del pueblo pudo terminar la construcción del Hospital de San Vicente (1911).  Apóstol de la educación, consideró la escuela como un lugar óptimo para evangelizar. Fue fundador de la Congregación religiosa de Siervas de Jesús Sacramentado. El Siervo de Dios encontró en la Eucaristía el tesoro por el que debía dejarlo todo. Ejerció su misión en toda su plenitud.

El Excmo. Sr. Don Francisco Orozco y Jiménez, Arzobispo de Guadalajara, le nombró canónigo del cabildo de Guadalajara, en noviembre de 1916. Su Santidad el Papa Benedicto XV lo designó como V Obispo de Sinaloa y, el 24 de febrero de 1921, recibió la ordenación episcopal de manos del Excmo. Sr. Don Orozco y Jiménez, en la Catedral de Guadalajara.

Seis meses después, en Culiacán, Sinaloa, el 10 de septiembre de 1921, el Siervo de Dios fue llamado por el Padre Celestial para hacerle partícipe del gozo definitivo.